La gran Manzana
Si Envy fuera una ciudad, sin lugar a dudas sería Nueva York: la Gran Manzana.
Por sus características, a Envy sí se la puede considerar la Gran Manzana. Pero, ¿qué hay de NY?
No la llaman así por sus sabores, texturas ni colores. La historia de este sobrenombre tiene que ver más con velódromos, jazz y oficinas de turismo.
Vamos a descubrirla…
Nos remontamos a los años 20 del siglo pasado. El periodista deportivo John J. Fitz Gerald, del diario New York Morning Telegraph, cubría una carrera de caballos en el hipódromo de Nueva Orleans, cuando escuchó a unos mozos de cuadra referirse al hipódromo de Nueva York como “la Gran Manzana”. Y el ávido periodista, entusiasmado con la expresión, no dudó en apuntarla en su libreta. Tenía buen olfato.
Fitz tituló su siguiente columna “Alrededor de la Gran Manzana”, en la que escribió: “La Gran Manzana. El sueño de todo mozo que haya montado un pura sangre y el objetivo de todo jinete. Solo existe una Gran Manzana y es Nueva York”.
Y del mundo de la hípica, al de la música. Por alguna razón, las palabras de Fitz cuajaron entre los músicos de jazz de Nueva Orleans y durante los años 30, era común entre ellos referirse a Nueva York como la Gran Manzana, la que había que coger del árbol para alcanzar el sueño de triunfar en la escena del jazz.
Pero no fue hasta la década de los 70, y gracias a una campaña de publicidad de la oficina de turismo de Nueva York, cuando el apodo “la Gran Manzana” empezó a popularizarse en Estados Unidos y después en todo el mundo, hasta hoy.
Y hoy, la Gran Manzana es Nueva York. Pero quizás algún día, la cosa cambie…
¿Qué es lo que más te gustó de la Gran Manzana?
Sin duda, el sabor…
Quizás algún día…