El Misterio de las Manzanas Encantadas
En un pequeño pueblo rodeado de verdes prados y árboles frutales, vivía un niño llamado Lucas. Lucas adoraba los cuentos de hadas y los misterios que escondían los lugares más recónditos. Una noche, antes de dormir, su abuela le contó una historia especial sobre las manzanas del antiguo huerto de la familia.
«Lucas, hace muchos años, las manzanas de nuestro huerto eran tan especiales que la gente venía de lejos solo para probarlas. Se decía que tenían un sabor mágico que llenaba de alegría y salud a quien las comía», le dijo su abuelita con voz suave mientras lo arropaba.
Lucas, intrigado por la historia, preguntó: «¿Qué pasó con esas manzanas, abuela?»
«Dicen que una noche de luna llena, las manzanas desaparecieron misteriosamente del huerto. Desde entonces, nadie ha vuelto a encontrar una manzana tan deliciosa como las que solíamos tener», respondió la abuelita con nostalgia.
Esa misma noche, Lucas soñó que caminaba por el huerto bajo la luz plateada de la luna. De repente, vio un árbol con manzanas rojas brillantes que parecían iluminadas desde dentro. Se acercó con curiosidad y una voz suave le susurró: «Lucas, soy la Manzana Encantada. He estado esperando a alguien como tú».
Lucas extendió la mano y tomó una manzana. El primer bocado fue como un estallido de sabores: dulce, crujiente y lleno de magia. Las estrellas brillaban más intensamente y el aire se llenó de una suave melodía. «¡Es como si todas las historias de hadas fueran ciertas!», pensó Lucas mientras saboreaba cada pedacito.
Pero justo cuando iba a dar otro bocado, la Manzana Encantada desapareció de sus manos y él se despertó en su cama, con el sabor dulce de la magia en sus labios.
Desde entonces, Lucas cuida con cariño el huerto de su abuelita, esperando que algún día vuelva a encontrar una Manzana Encantada y pueda compartir su sabor mágico con el mundo.